Presentamos este amplio dúplex en el último piso con una renovación moderna en Vallcarca. En cuanto al diseño interior, se destaca por su estilo contemporáneo y minimalista. Al ingresar desde el vestíbulo de la vivienda, nos encontramos con la sala de estar y comedor, un espacio espacioso con grandes ventanales que se abren a la terraza que rodea el perímetro, brindando vistas al Park Güell y una gran cantidad de luz natural. La cocina parcialmente abierta también se conecta con la terraza y está equipada con muebles Bulthaup y electrodomésticos integrados de alta calidad. En esta planta, encontramos un aseo de cortesía, una chimenea y una escalera con estanterías y armarios hechos a medida. Al subir a la planta superior, se encuentra la zona de descanso. Lo que antes era un distribuidor con una quinta habitación, ahora se ha convertido en un amplio espacio polivalente abierto que da acceso a 4 dormitorios dobles y un baño completo. Todos los dormitorios tienen acceso a una de las dos terrazas de esta planta y todas las habitaciones cuentan con armarios empotrados. La habitación principal también cuenta con vestidor y baño en-suite. Desde una de las habitaciones se puede acceder al área de lavandería, donde hay espacio para la lavadora.

La vivienda cuenta con suelos de microcemento, ventanas insonorizadas en los dormitorios y persianas motorizadas. La calefacción se realiza a través de suelo radiante en la zona de día y hay aire acondicionado con función de frío y calor en ambas plantas. En la azotea, se han instalado paneles solares para el calentador de agua, lo que reduce el consumo de gas.

El edificio cuenta con ascensor y la vivienda dispone de una plaza de aparcamiento con espacio de almacenamiento en el mismo edificio.

En sus inicios, Vallcarca formaba parte de Horta. Era un barrio de veraneantes y de gente con intereses diferentes que vivía en el valle. Los veraneantes querían tranquilidad y la gente del valle, mejores comunicaciones. Finalmente, se construyó un viaducto que salvaba el valle (el puente de Vallcarca) y se urbanizó el torrente. Siguiendo su curso, se abrió al tráfico la avenida del Hospital Militar, lo que supuso el fin del aislamiento.