Situado en una finca moderna, nos encontramos con este coqueto y acogedor ático dúplex de 86?m construidos más 20?m de trza. Con vistas totalmente despejadas al Icónico Tenis, la Salut y al Tibidabo, muy luminoso y con sol de tarde.
La vivienda está muy bien conservado. Se distribuye en un amplio y agradable salón comedor con vistas al tenis, y con cocina americana, práctica y funcional, totalmente equipada y amueblada. En esta planta también nos encontramos con una habitación individual exterior al tenis. Un baño completo con ducha y un armario amplio que nos puede hacer la función de trastero.
Accedemos a la primera planta a través de una amplia y cómoda escalera que nos da paso, a la Suite, con un espacioso baño.
Y a la agradable terraza. Dicha terraza nos induce a disfrutarla durante el día, al sol para, relajarse, leer o hacer actividades, y a sus atardeceres que se prestan a tomar una copa con la tranquilidad y la calma. Al igual que al anochecer que nos invita al disfrute de cenas y veladas bajo las estrellas y a la luz de la luna. Rodeada de plantas y flores que nos pueden transportar a un pequeño Edén, en la ciudad.
Observaciones: plaza de parking opcional por 25.000 en la misma finca., calefacción a gas, aire centralizado, armarios empotrados. Suelos de parquet, etc.
En definitiva, una excelente calidad de vida. Gracia es un barrio informal con calles estrechas y plazas acogedoras lleno de tiendas de comestibles ecológicos, espacios de trabajo compartido modernos y estudios de artistas. La zona está muy bien comunicada a todos los niveles.

Pocos distritos de Barcelona están rodeados de tanta simbología como el de Gràcia. El casco antiguo del barrio que le da nombre no ha dejado nunca de reivindicar con orgullo su pasado como municipio independiente (se agregó a la ciudad en 1897)
La urbanización del barrio de la Salut-Gracia Nova, comenzó, en la segunda mitad del siglo XIX, alrededor de la iglesia, que tomo el nombre de Nuestra Señora de la Salut cuyas inmediaciones creció el barrio a lo largo de los años. ?En sus inicios la actividad más importante de la zona era agrícola, hallándose importantes masías como Can Xipreret, Can Tusquets, Can Muntaner y Ca lAlegre de Dalt, pero progresivamente fueron convirtiéndose en zona residencial de veraneo de la burguesía barcelonesa y de la antigua villa de Gracia. También se halla en el barrio el reconocidísimo tenis la Salut, la entidad fue constituida como Salud Sport Club el 8 de junio de 1902, por un grupo de deportistas a partir del Club Social La Salud, fundado en 1899. Eusebio Güell, conde de Güell, fue nombrado presidente honorífico. Para construir sus instalaciones lograron unos terrenos de la masía de Can Xipreret. En el ámbito de la raqueta, destaca la creación de la primera escuela de tenis de España, en 1959.? En ella se han formado algunos de los principales tenistas españoles de la historia como Manuel Orantes, Beto Martín, Conchita Martínez o Àlex Corretja.? La Salut es el único club del mundo con dos campeones de la Copa Másters de Tenis, los citados Orantes y Corretja.
No obstante, sin duda, el elemento urbano más destacado es El Park Güell, nació en 1900 de un sueño compartido entre el empresario Eusebi Güell y Antoni Gaudí. La intención inicial era construir en Barcelona un barrio residencial inspirado en el modelo británico de la “ciudad jardín”. Fue precisamente por este motivo que el industrial lo nombró Park Güell, en inglés. En el parque debía establecerse una urbanización, pero no prosperó. El parque Güell es un reflejo de la plenitud artística de Gaudí: pertenece a su etapa naturalista (primera década del siglo xx), período en que el arquitecto perfeccionó su estilo personal, a través de la inspiración en las formas orgánicas de la naturaleza, para lo que puso en práctica toda una serie de nuevas soluciones estructurales originadas en sus profundos análisis de la geometría reglada. A ello añade el artista catalán una gran libertad creativa y una imaginativa creación ornamental: partiendo de cierto barroquismo, sus obras adquieren gran riqueza estructural, de formas y volúmenes desprovistos de rigidez racionalista o de cualquier premisa clásica. Es importante destacar en el elemento mitológico: según parece, Güell y Gaudí se inspiraron en el templo de Apolo de Delfos para su concepción del parque. La genial integración de los elementos construidos con el entorno natural hace del parque una obra singular y admirada en todo el mundo, que fue declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1984.